Cocinas en color madera. Sí, el madera es un color. O más exactamente muchos colores. Nogal, roble, haya, cerezo, pino, abedul… Últimamente siento una especial atracción por las cocinas en color madera, pero en su versión más actual. Tonos oscuros, colores cálidos, y diseños limpios de líneas sencillas.
Y no es ningún secreto que muero por las de Nordiska Kök, una empresa sueca con sede en Gothenburg que diseña y fábrica unas cocinas de estilo (obviamente) escandinavo, TAN INCREÍBLES… que no sabría cuál elegir. Si no me crees pásate por su BLOG.
Pero como tu tiempo es limitado, he elegido mis 2 favoritas en madera, cada una con personalidad propia y en combinación con los dos neutros estrella del estilo escandinavo: el blanco y el gris.
Cocina en madera y blanco
En primer lugar una cocina de un apartamento de dos plantas en Estocolmo, en un edificio de 1910 rehabilitado.
Las puertas de los armarios son de roble teñido en un tono cereza. El interior también está revestido en roble, lo que supone un lujo para la vista cuando se abren los armarios, y ves la vajilla de porcelana blanca en contraste con la madera de fondo.
Y combinan a la perfección con la madera del suelo y de los muebles mid-century.
La encimera y el frente de cocina de mármol blanco suponen un elemento de contraste. La piedra elegida, con la veta gris muy marcada que “trepa” en vertical como una enredadera, tiene un punto artístico que atrapa la mirada.
Los cubiertos vintage y los jarrones artesanales son el balance perfecto para evitar la rigidez en un espacio bastante minimalista.
El detalle que más me ha gustado es la estrecha estantería del extremo. El típico hueco que te descuadra el diseño, demasiado pequeño para poner un armario, se convierte en una librería/expositor para pequeños objetos de arte… A esto le llamo yo hacer de la necesidad, virtud.
Cocina en madera y gris
En segundo lugar, la cocina de un apartamento en el centro de Estocolmo, en la que Nordiska Kök y la diseñadora de interiores Alexandra Ogonowski han fusionado el estilo escandinavo moderno, con el asiático tradicional.
Se trata de una abierta al salón, en la que se ha aprovechado la isla para crear dos ambientes a dos niveles diferentes. La inspiración son los restaurantes con parrilla teppanyaki japoneses, en los que el chef entretiene a los comensales. Pero además, al reducir la altura de la barra, se evita la incomodidad de los taburetes altos.
La forma de las lámparas, que recuerdan la silueta de los farolillos orientales, y otros detalles como el jarrón que preside la isla, o el estampado de los cojines y las líneas suaves del sofá, vuelven a evocar el estilo asiático. Al igual que la mitad inferior de la cocina, con armarios de diseño sobrio en las que el único “adorno” es la propia veta de la madera.
La encimera, de piedra caliza de Jura, sube por el frente de cocina haciendo la transición hacia los armarios superiores, de estilo más europeo, pero también sencillo y funcional. El estante también es de piedra caliza, al igual que los soportes diseñados para aguantar su peso.
Porque ojo cuando se desean estantes en piedra… que quedan perfectos en continuidad con la encimera y el frente, pero el propio peso del estante es algo que habrá que tener en cuenta.
El tono y el despiece del suelo son otro detalle maestro.
Pero lo mejor de esta cocina, es el equilibrio entre la calidez de la madera, la suavidad de la piedra en gris, y la frialdad del brillo de la grifería cromada. El yin y el yang en versión escandinava.
Y tú, dime… ¿te convencen las cocinas en color madera modernas? ¿con cuál te quedarías?