Existe la creencia popular de que los moodboards para diseño de interiores son una herramienta exclusiva de los profesionales. No puedo estar más en contra. Un moodboard o tablero de inspiración es la herramienta más potente de la que dispone cualquiera para llevar un proyecto a buen puerto. En diseño de interiores y en muchas otras facetas de la vida.
¿Y qué es un moodboard para diseño de interiores? Sencillamente una recopilación de cosas que te transmiten buenas vibraciones. Pueden ser fotos, pero también pequeños objetos que cuelgas en un lugar bien visible porque te encanta tenerlos a la vista. Es literalmente traducido un “tablero de inspiración”, y casi tod@s hemos hecho alguno. ¿Nunca has forrado una carpeta con fotos que te gustaban? ¿O has pinchado fotos, postales y otros recuerdos en un tablero de corcho?
Quédate conmigo un ratito y te cuento las 8 razones por las que deberías montar un moodboard inspirador para ese proyecto tan chulo que tienes en mente. Por muy pequeño que sea.
¡Ah! Y como verás, he añadido un pequeño extra que te será muy útil… cómo hacer tu moodboard para diseño de interiores en 5 minutos. Con cero conocimientos en Photoshop.
Pero empecemos por el principio…
Hoy hablamos de...
¿Por qué lanzarte a montar tu primer moodboard?
1. Un moodboard de interiorismo clarifica tu visión
Para ver claro, basta con cambiar la dirección de la mirada.
Antoine de Saint-Exupéry
Esta es la razón fundamental por la que deberías montar uno antes de empezar cualquier proyecto, por pequeño que sea. Como la actualización de ese rinconcito de tu hogar que te ronda la cabeza desde hace meses. El moodboard te enseñará a mirar con intención y propósito para convertirlo en un éxito completo.
Me juego algo a que ya has buscado inspiración en revistas, libros y en la web, seguro. Incluso puede que hayas visitado las webs de tus tiendas de decoración favoritas. El resultado es una recopilación de imágenes con las que no sabes muy bien qué hacer. Ya te lo adelanto, lo mejor que puedes hacer es montar un moodboard.
Esta herramienta te va a ayudar a aclarar tus ideas durante el proceso creativo, y también a formarte una idea más clara de cómo quedará el conjunto final de muebles, colores, texturas y acabados.
Ya sólo por eso merece la pena, pero voy a ser un poco más concreta. Con tu moodboard para diseño de interiores:
- Podrás comprobar que todos los acabados elegidos, y los colores y texturas se complementan entre sí con armonía.⠀
- Te dará confianza para experimentar con los elementos y acabados, y posiblemente te sorprenderás con combinaciones inesperadas que no tenías previamente en mente y harán el diseño más interesante. ⠀
- Te ahorrará tiempo durante las fases posteriores del proyecto, porque visualizarás con claridad el resultado final. Las decisiones que tengas que tomar a medio camino serán más sencillas.
- Es una ayuda visual para todos los implicados en el proyecto. Podrás dejar tus preferencias personales claras a los implicados desde el minuto uno. Aunque lo lógico es que tu arquitecto o diseñador de interiores monte uno para ti, hacer tú misma un moodboard inicial puede ayudarle a conocerte mejor.
Un moodboard fomenta tu creatividad de forma dirigida, así que ganarás inspiración y claridad para seguir avanzando en tu proyecto de forma segura.
2. Te permite seleccionar más fácilmente y sin equivocarte
El exceso de información al que tenemos acceso hoy en día es abrumador. El moodboard te va a obligar a seleccionar de todas esas cosas bonitas que has visto, cuáles son las que verdaderamente amas.
Con el moodboard tomas la decisión más importante desde el inicio y la mantienes durante todo el proceso: eligir qué se queda fuera del tablero y con qué te quedas.
Es súper útil porque actúa de filtro en dos momentos cruciales, al inicio del proyecto, y durante la compra de productos. Así que si vas a actualizar una habitación completa, o toda la casa, te recomiendo montar dos tipos de tableros:
- Un tablero de inspiración, para seleccionar ideas. Este es el que haces al comienzo, para inspirarte sin perder el foco. Puede ser digital o físico, y en él puedes incluir desde fotos de interiores que te gustan, hasta materiales, colores, o texturas que te inspiran.
- Un tablero de trabajo, para seleccionar productos. Para adquirir el mobiliario de forma organizada y consciente. En este incluirás fotos de los muebles que te gustan. Puedes incluir dónde comprarlos y el precio, si ya los tienes fichados. Este tablero te va a ayudar a hacerte una idea de cómo combinará todo físicamente en la realidad de tu hogar.
El primer tablero te permitirá definir tu visión, tu proyecto soñado, seleccionando las imágenes y elementos que más te gustan.
El segundo, en cambio, te pondrá los pies en la tierra ayudándote a filtrar las piezas reales que te van a ayudar a construir ese sueño.
Todas las cosas son creadas dos veces; primero mentalmente, luego físicamente. La clave de la creatividad es empezar con el fin en mente, con una visión y un plan del resultado deseado.
Stephen Covey
Tus moodboards actuarán de filtro para que dejes de dar vueltas, selecciones, y tus ideas cristalicen en decisiones que te permitan avanzar con seguridad.
3. Montar un moodboard para diseño de interiores es MUY divertido
¿Hay mejor motivo que pasar un buen rato, disfrutar mientras haces algo útil?
El moodboard te va a permitir dar rienda suelta a tu creatividad y probar distintas alternativas sin riesgo. Con un moodboard (o varios) podrás ir visualizando las distintas posibilidades y experimentar sin que te cueste un duro.
La creatividad es la inteligencia divirtiéndose.
Albert Einstein
Suéltate la melena y disfruta, sabiendo que además estás avanzando en tu proyecto… ¿se puede pedir más?
4. Podrás explicar de forma sencilla lo que quieres
Este es el segundo motivo por el cual los diseñadores usan los moodboards (el primero es porque son geniales para potenciar la creatividad mientras organizas tus ideas).
Son una herramienta fantástica para comunicarse con sus clientes (ya sea en el sector de la moda, el interiorismo o el marketing). Y para tener claro qué es lo que desean en realidad. Una imagen vale más que mil palabras 😉
A ti te pueden ayudar a compartir tus ideas con tu contratista, con la dependienta de la tienda de textiles, e incluso con tu pareja. Salvo que tu proyecto sea del tipo “yo me lo guiso, yo me lo como”, y no haya más partes involucradas, el moodboard es una herramienta imprescindible para que la “comunicación visual” fluya.
5. Tus proyecto y tus ideas estarán siempre organizadas
Debo confesar que mi proceso creativo es un poco caótico. Por eso los moodboards me meten en cintura y me ayudan a organizarme. Son mi segundo cerebro. Uno más analítico y ordenado que el de verdad 😉
Entre otras cosas me permiten:
- Sustituir las innumerables imágenes guardadas y revistas marcadas por un único tablero. Que además puedo fotografiar y llevar a todas partes para no perder el norte.
- Recordar productos que me gustan, con detalles sobre su precio y dónde comprarlos.
- Reutilizar ideas de un proyecto para otro. Al estar organizadas en unos pocos moodboards es más fácil encontrarlas.
Puedes ir añadiendo además ideas y productos sobre la marcha, para que no se te olvide nada.
6. Un moodboard aporta estilo a cualquier proyecto
La moda cambia, pero el estilo perdura.
Coco Chanel
Estar al tanto de las tendencias está bien, pero recuerda que tienen que poder adaptarse a tu hogar y a tu estilo de vida, y no al revés.
Tu hogar debe reflejar tu estilo de vida, tu personalidad, tus gustos y las cosas que te importan, para poder convertirse en tu santuario.
Y todas estas cosas suelen expresarse a través de un estilo decorativo determinado, que normalmente no tienes ni idea de cuál es. Pero lo que sí sabes es qué imágenes de revista (o de pinterest) te hacen sentir mariposillas en el estómago.
Poniendo esas imágenes en un moodboard de diseño de interiores te será mucho más fácil:
- Detectar colores, estampados y acabados que se repiten.
- Decidir qué cosas son coherentes con el estilo que te gusta y cuáles, por el contrario, “chirrían”.
Sobre gustos no hay nada escrito.
Mentira popular
Sobre gustos, y más en concreto, sobre buen gusto, se han escrito ríos de tinta. Pero al final tu casa es tu hogar, y las reglas las pones tú. Al igual que en tu moodboard. Así que no te obsesiones con que todo encaje en un “estilo” determinado, simplemente junta las cosas que te alegran el corazón y… ¡ve a por ello!
Sé tú mismo. El resto de los papeles ya están cogidos.
Oscar Wilde
Puedes visitar este artículo si quieres saber más sobre los estilos que son tendencia y descubrir el tuyo.
7. Podrás definir la paleta de color fácilmente
La paleta o esquema de color es una herramienta muy útil para no meter la pata en cuanto a colores se refiere. Porque no hay colores bonitos o feos, sino combinaciones (y elecciones) buenas o malas.
Pero te voy a contar un secreto…
Los grandes artistas copian, los genios roban.
Pablo Picasso
Y tú vas a robar paletas de colores.
Tranquila, es muy fácil y no pueden detenerte por ello. Una vez tengas montado tu moodboard, observa cuáles son los colores y los tonos que más se repiten en paredes, muebles, textiles y acabados. Quédate con los tres o cuatro dominantes, y apunta los materiales que más se repiten. Esa será tu paleta de color.
A la hora de trabajar con ella, recuerda la regla 60-30-10. Un color principal que debe dominar el 60% del espacio, uno secundario para el 30%, y uno de acento en el 10% restante. Usar cada uno de estos tres colores variando su tonalidad (su saturación o intensidad) no sólo está permitido, sino que es recomendable.
El método a prueba de fallos para combinar los colores en tu hogar te lo revelo aquí.
8. Priorizar y decidir qué comprar, ya no será un problema
Lo ideal es que en el moodboard las fotos tengan una cierta jerarquía. Las fotos más grandes deberían reflejar los elementos más grandes o más importantes de un espacio. Por ejemplo, en un moodboard para renovar un salón, la foto más grande no será la de una lámpara de mesa…
Y esto está muy bien porque los elementos más importantes, como un sofá, los azulejos del baño, o las puertas y frentes de la cocina, suelen ser también los más caros. Así que de forma natural, invertirás primero en las piezas importantes, y sin equivocarte.
Esto no quiere decir que no compres esa lámpara de mesa icónica que tanto te gusta. Pero un hogar se construye poco a poco, y quizá es más sensato esperar y antes invertir en un buen sofá, que se va a usar (y a ver) mucho más.
Y a continuación, lo prometido es deuda…
Cómo hacer un moodboard digital para diseño de interiores (en 5 minutos)
Empieza la diversión.
Vamos a montar un moodboard de trabajo en 5 minutos y sin aplicaciones exóticas.
El resultado no será tan limpio como con Photoshop, pero no te preocupes. No se trata de conseguir un resultado de profesional. Lo principal es dejar montado tu primer moodboard de trabajo rápidamente, así que nuestro lema ahora mismo va a ser «mejor hecho que perfecto».
Ok, ya tienes un montón de pines y fotos de revista de las piezas que te gustan, y que cuadran con tu estilo. Pero ahora necesitas verlas todas juntas para asegurarte de que el conjunto funciona.
Vamos a usar PowerPoint. O en su defecto, Keynote para los de la manzana, o Google Slides para los frikis de la nube.
(Si no te apañas con el ordenador no desesperes. Al final te dejo otra opción más tradicional pero igual de potente. )
ASÍ ES COMO LO HAREMOS (VERSIÓN DIGITAL):
- Abre la herramienta “recorte y anotación” de Windows, mediante el atajo de teclado Windows+Shift+S. Verás cuatro botones en la parte superior. El primero recorta en rectángulo. El segundo con forma libre. Sólo tienes que clickar en el botón izquierdo del ratón, y mantenerlo presionado mientras lo deslizas alrededor de tu objeto de deseo. La imagen recortada quedará guardada en el portapapeles.


- Abre PowerPoint y pega el objeto recortado (otro atajo, presiona a la vez los botones Ctrl+V). Pueden ser muebles, pero también muestras del color de la pared, de azulejos, grifos, textiles o encimeras.

- Ajusta el tamaño. No hace falta ser muy riguroso con las medidas, pero procura que estén más o menos proporcionados. El sofá debería ser bastante más grande que la mesa de café.
- Agrupa los elementos que van a estar juntos, como una encimera con un frente de cocina. Y situalos de forma un poco lógica: alfombras en horizontal y en la parte inferior, lámparas de techo arriba.
- Juega con más de una pieza. Puedes ir probando como quedan distintas mesas de comedor, o distintas butacas, es la gracia que tiene todo esto. Mi consejo: monta antes varios PowerPoint sólo con lámparas, alfombras o sofás (por ejemplo), para ir copiando y pegando después distintas piezas a tu moodboard. Puede que alguna de las variaciones te sorprenda.

- Recuerda tu paleta de color pero equilibra el contraste. Es decir, procura que el color de acento no se concentre en un único punto de la habitación.
- Puedes añadir palabras clave que te recuerden las sensaciones que quieres transmitir.
¡Y voilà! Habrás tardado más en leer toda esta explicación que en hacer tu primer moodboard.
Sólo recuerda tres cosas:
- Es recomendable hacer un moodboard para cada habitación.
- Si usas algún elemento de una tienda concreta, apunta de dónde es y su precio. Tendrás trabajo adelantado.
- No olvides añadir muebles parecidos a los que ya tienes, o incluso una foto real de los mismos, para asegurarte de que la mezcla con tus nuevas adquisiciones funciona.
Y si el PowerPoint no es tu fuerte, te descubro una app para montar moodboards de forma sencilla, con la que seguro te vas a entretener un rato: Style Sourcebook.
Si ni aún así te apañas, siempre puedes hacer un moodboard para diseño de interiores al modo tradicional…
ASÍ ES COMO LO HAREMOS (VERSIÓN ANALÓGICA):
Te confieso que los moodboards que más me gustan no son los digitales, sino los analógicos. Los collage de toda la vida, pero incluyendo materiales y textiles.
Así que si no te apañas con el ordenador, junta las fotos que te gustan con muestras de pinturas, textiles y acabados, y tendrás un moodboard que podrás tocar, y con los colores reales (lo cual es un plus).
Y para este tipo de moodboards “reales”, tienes varias opciones de soporte
- Un cartón pluma o un panel de corcho para ir pegando o pinchando fotos y muestras de textiles o pinturas.
- Un libro de scrapbooking (este funciona muy bien para los salones, donde los textiles y color de pared juegan un papel importante).
- Una bandeja. Especialmente apta para cocinas, donde juntarás muestras de azulejos, encimeras y paneles de armarios.
La imaginación es libre y todo sirve para visualizar el resultado final.
En resumen
Seas consciente o no, visualizar cómo va a quedar un proyecto es complicado. Los moodboards son la herramienta más rápida, barata y potente con la que cuentan los profesionales del diseño de interiores para:
- Disparar su creatividad.
- Ganar claridad a la hora de decidir con qué se quedan y qué se va.
- Hacerse una idea de cómo van a funcionar juntos todos los elementos de una habitación.
- Sintetizar y visualizar todo el proyecto en un mismo tablero.
- Facilitar la comunicación y comprensión del proyecto entre todas las partes implicadas.
Y ahora tú sabes cómo hacerlo.
Merece la pena que pruebes a montar uno, no hace falta que quede perfecto. Créeme, será un primer paso hacia tu proyecto soñado que te ahorrará indecisiones y errores. Y te ayudará a centrar el disparo.
Tienes que apuntar a la Luna, porque si fallas, al menos acabarás entre las estrellas.
Oscar Wilde